• El niño más grande del teatro peruano
• El adolescente tierno del teatro peruano
• El vientre fecundo del teatro peruano
• El poeta de la escena
• El director que actuaba
• El loco más serio del teatro peruano
• El mejor jardinero del teatro peruano
• El hijo de un marino
• El hijo de doña Celia
• Hermano de José, Aurora, Liliana, Doris y Roberto
• Y el tío del Chino Roberto.
- UN antidogmáticO
- Mario era muchos personajes, era lo que él quería ser. Místico, pero lejos de las religiones y los dogmas, es decir, un antidogmático. Alguna vez le escuché decir que el teatro era un arte sanador. Él fue un artesano de la vida, un tallador de almas y talentos. Yo soy hechura de su trabajo. Y si algo no era Mario Delgado, es que no era un diletante. Un día le pregunté si yo era actor. “Que antes de ser actor, preocúpate por ser mejor persona”, me respondió.
- Omar Aramayo, EL poeta puneño, querido amigo de MARIO Y DE Cuatrotablas, dijo de ÉL A un mes DE SU MUERTE:
- “…un subversivo de la vida, un actor de la realidad y del espíritu. Quería cambiar el teatro, su concepción, su formación, y lo cambió; tal vez no tanto como a él le hubiera gustado, tal vez solo le inyectó su sangre violeta para que el gran teatro peruano siga existiendo. Mario era un sacerdote del teatro, un fanático atribulado, un fundamentalista. No quería actores, quería monjes que se hicieran a la actuación las veinticuatro horas al día, marineros en un mar tormentoso, que soñaran con sus personajes, que salieran del sueño renovados para afrontar la actividad más subversiva de cuantas hay: la actuación. Porque el teatro es eso, otra realidad. Mejor, peor, terrible a veces. Una alternativa. Un espejo para vernos a nosotros en los otros”.
- Nació y murió en el Callao
Mario nació el 18 de marzo 1947 en la Calle Tercera N° 666 de la Urb. Chacaritas aquí en el Callao. Falleció el 4 de octubre del 2016 en el Hospital Sabogal, también aquí, en el Callao. A los 69 años.
Nació y murió en el Callao
En 1954 la familia Delgado se mudó a la Unidad Modelo frente al "mar bravo", así le dicen a esa parte del mar de Grau. Ahí Mario Alejandro creció su adolescencia, frecuentando el Centro Comunal donde los y las chicas realizaban diferentes actividades deportivas y teatrales, estas últimas estaban dirigidas por el también finado actor Estenio Vargas, que por esos tiempos era vecino del barrio. Ahí inicia su vínculo con el teatro que terminaría de concretarse pocos años después cuando a los 18 años se enamora de una jovencita que estudiaba en Instituto Superior de Arte Dramático, la INSAD, que quedaba en Lima, más exactamente en el Parque de la Exposición a la espalda del teatro de La Cabaña. La única manera de estar cerca de la enamorada era acompañándola. Pero Mario quería más tiempo a su lado, se matriculó para estudiar; al cabo de pocos meses la enamorada se fue de la escuela y Mario se quedó. Se iniciaba la leyenda.
- CUTROTABLAS, LA LEYENDA.
El 16 de septiembre de 1971 Mario tenía 24 años, pero la experiencia de un hombre de 50; esa noche junto a otros jóvenes soñadores como él estrenaron una obra con un título muy original y sugerente: “Tú país está feliz”. A ese grupo la Señora Celia, su mamá, lo bautizó como Cuatrotablas.
"Tu país está feliz". la primera obra de cuatrotablas
Diez años después el grupo se convirtió en escuela: a partir de 1981 sistematizó toda la experiencia creativa de las primeras creaciones, la de los “los pioneros” (Tú país está feliz y Oye) y los de “la primera generación” (El sol bajo las patas de los caballos, Encuentro, Equilibrios, La noche larga y Los Cómicos) en un espacio formador de cuerpos y almas al servicio del teatro peruano: nacía el Método de Cuatrotablas.
Por más de 45 años Mario dirigió esa nave llamada CUATROTABLAS, con una firme inclinación hacia la creación colectiva y teatro laboratorio. Formó diez generaciones de actores y actrices quienes, cual picaflores, después de posar en la fuente se han ido a dar de beber al mundo.
Fue profesor de teatro en escuelas oficiales: la Escuela Superior de Arte Dramático (ENSAD) y el Teatro de la Universidad Católica (TUC), donde también dejó profunda huella
- «Un viaje se mide mejor en amigos que en millas»Tim Cahill
- Hay un aspecto relevante en la vida personal y profesional de Mario, viajaba mucho. Recuerdo claramente que cuando ingresé al grupo, él estaba en Alemania dando un taller. Viajaba tres y hasta cuatro veces al año fuera de Lima. Y si consideramos que en cada gira se hace muchos “viajes”, son incalculables los kilómetros que él recorrió. Para Mario era muy sencillo dar una conferencia en Italia, en Estados Unidos, otra en México, organizar un Encuentro en Argentina, otro taller Alemania o desarrollar un proyecto escénico en una comunidad Asháninka de la selva peruana. El idioma para él nunca fue un impedimento, no hablaba inglés, ni alemán, ni francés; Mario hablaba en "teatro".
- ¿Cuántos pasaportes habrá acumulado Mario en toda su vida?
No lo sé, pero puedo afirmar que amigos cosecho por miles, tanto como los kilómetros recorridos en sus viajes. Y en cada amigo una historia, un recuerdo, una foto.
En agosto de 1986 cuando me incorporé al grupo, tenía 22 años y muchos sueños. Hoy al borde de los 58, tengo el doble de sueños, incalculable aprendizaje y experiencia ganada al lado de Mario. Fui su pupilo, su actor, su colega, hermano de tribu, cómplice, socio y amigo. Me considero un privilegiado, un bendecido.
"macbeth" w. shakespeare. ensayo en el museo metropolitano de lima, 2013
Gracias Mario, por tanto. Ahora vamos a empezar, nos vemos después de la función.
Bellavista, 12 de febrero de 2022
